Nota:
Todo lo escrito aquí es mera opinión que podemos o no compartir, pueden
expresar la suya, siempre y cuando sea de manera respetuosa. Si algo se puede malinterpretar me lo pueden indicar y con gusto lo puedo aclarar.
El
pasado fin de semana vi a mi equipo perder un campeonato, una final más. Entre errores
arbitrales (que fueron para ambos lados) e impotencia de futbolistas que se
frustraron ante la derrota y tuvieron reacciones diversas que, si bien no
fueron correctas, han sido exageradas por afición y prensa con el afán de
perjudicar a la institución de los Tigres. Eso ya fue, y debo reconocer que
Chivas es un digno campeón, que fue mejor en los 180 minutos de final. Pero
esta final ha sacado a relucir distintas enfermedades que aquejan al futbol
nacional y que no han permitido la evolución de la liga a un nivel de elite,
para el cual se tiene potencial.
La
corrupción en la Federación Mexicana de Futbol (FMF) es bien conocida por todos
en nuestro país, y siempre ha causado polémica en cuanto a si existe o no la
influencia de la misma en los resultados de algunos campeonatos, sobre todo por
la influencia de grandes empresarios que también son dueños de equipos, pero yo
pienso que no…que todo campeón lo ha sido merecidamente.
También
existe el conflicto de la comisión de arbitraje, la cual no pienso sea
corrupta, pero ya no tiene el apoyo ni una infraestructura sólida para
continuar preparando a los árbitros y que estos puedan ejercer de la mejor
manera…además, son humanos y se pueden equivocar como cualquiera.
Otra
enfermedad es la inmadurez de muchos futbolistas, la cual salió a relucir en la
final, pero que sucede con integrantes de todos los equipos de nuestro futbol. Aunado
a esto, la inmadurez de muchos periodistas deportivos, que su principal
objetivo es generar el éxito propio sin tener en cuenta las consecuencias
negativas que podrían tener al realizarlo. Si bien, entiendo, es su trabajo
indagar e informar sobre situaciones relacionadas al deporte, existen muchos
periodistas que no respetan límites y que incluso buscan reportar situaciones
externas al futbol con el mero fin de incrementar las visitas a sus notas…ustedes
sabrán de que periodistas hablo, porque debo reconocer que hay muchos que hacen
un excelente trabajo.
Y
por último, la enfermedad más grave del futbol mexicano, el cáncer: LA AFICION.
Evidentemente no todos los aficionados al futbol en este país pertenecen a este
grupo, pero es importante reconocer los problemas que hay dentro de la misma, y
que al menos entre nosotros como aficionados debemos alejar a estos parásitos. En
primer lugar se encuentran aquellos que golpean ante la impotencia de la
derrota, y en todos los equipos hay ejemplares de estos, y siempre que veo
estos terribles eventos en estadios de futbol me pregunto ¿Qué chingados están pensando?
¿Qué van a ganar con golpear gente? Solamente perjudican y hacen ver mal a la afición
a este bello deporte, además de que terminan por perjudicar a la institución
que apoyan. Y existen diversas razones por las que inician estas broncas, pero
sea cual sea la razón, ninguna justifica el golpear a otro ser humano por el
simple resultado de un juego (y sí, yo entiendo la pasión que se desborda en el
futbol y los sentimientos que provoca, pero no es razón para golpear a alguien más).
Estas personas deben ser vetadas de cualquier estadio de futbol y punto.
Pero
en este cáncer, existe otro grupo, en el cual hay un mayor número de
integrantes y que cada día se incrementan debido a una cultura que se ha
propagado con enorme facilidad en nuestro país. La cultura “anti”, aquella donde
da mayores alegrías el fracaso de un rival que el éxito propio. Una cultura a
la que no le basta el celebrar una victoria sino que es necesario el restregársela
al perdedor con el fin de alcanzar la satisfacción. Una cultura que no permite
el arrepentimiento y reconocimiento del error y que encuentra vida y refugio en
la prepotencia del mexicano y la costumbre del insulto. Y si bien, yo también soy
culpable de la burla hacia la derrota de un rival he reflexionado y poco a poco
cambiaré mi comportamiento como aficionado es importante resaltar dos cosas. La
primera: es muy distinta la “carrilla” entre amigos por un partido de futbol y
otra el difamar públicamente a base de insultos injustificados. La segunda: sea
tu equipo el que venció al mío (Chivas en este caso) o simplemente sea el
archirrival (Rayados) nada justifica que vengas a restregarme mi derrota, en
lugar de celebrar tu campeonato o bien, restregármela cuando tu ni siquiera
llegaste a este partido, la verdad es que no es de tu incumbencia, cuando
tampoco fue la de mía cuando perdiste ante Pachuca. Y una tercera (porque
puedo) para la afición vencida (Tigres) no hay lugar para escudarse en excusas
vagas y sin sentido, no nos queda más que aceptar la derrota y felicitar a un
justo vencedor y ser autocríticos, nosotros como aficionados, quizá así la institución
y los futbolistas comiencen a serlo, al ver nuestro ejemplo.
Nosotros
los aficionados superamos en número a futbolistas, periodistas y directivos. Nosotros
podemos cambiar el rumbo del futbol mexicano, paso a paso. Eliminemos la
violencia en los estadios y la cultura “anti”, aprendamos a reconocer la
derrota, ser buenos ganadores y a reconocer cuando no tenemos derecho a abrir
la boca.
PD:
En otra opinión, distinta, considero que al subcampeón no se le debería premiar
(o al menos no en el momento) solamente se exhibe al derrotado en el momento en
que es más vulnerable. Imitemos otras ligas, otros deportes. Que al terminar el
partido, el vencido felicite al campeón y se retire del campo de juego sin ningún
problema, para permitir una sana celebración por parte del justo campeón.
No comments:
Post a Comment